Unicamente haber crecido no es razón suficiente para no tener tu muñeca.
Si eres una chica grande o una pequeña mujercita no te quedes sin tu propia muñeca de trapo.
Diferente, artesana y amable. Perfecta confidente y siempre nos recordará la ternura y la inocencia de nuestra infancia. Encargamela lo antes posible.